Porque sabemos que este país tiene el talento, los recursos y la historia para ser una Nación fuerte, soberana y próspera.
Nace de la certeza de que Argentina no está condenada al fracaso. Argentina fue víctima de modelos extremistas que han fallado, de dirigentes que han elegido la inacción o defender su ideología, en lugar del desarrollo real. Pero eso se terminó.
HECHOS no es un capricho ni una aventura electoral. Es la respuesta a una pregunta que millones de argentinos nos hacemos todos los días: ¿Por qué, teniendo todo para ser un país líder, seguimos atados a la frustración, a la dependencia y al que cada uno se salve como pueda?
Argentina fue mutando sus gobernantes de un extremo a otro, con una carga ideológica muy fuerte que olvidó lo más importante: a las personas.
HECHOS es todo lo contrario. Somos un modelo que enfrenta los problemas y busca las soluciones. Ni de izquierda ni de derecha. Somos firmes, prácticos, pragmáticos, tenemos sentido común, resolvemos, sabemos hacer.
El Estado debe ser eficiente, digital, accesible, moderno y estar al servicio de la gente y de la producción. No tiene que ser ni un obstáculo ni un socio innecesario. Un Estado presente en la medida justa: ni más grande ni más chico, sino eficiente. Un Estado que funcione, que de soluciones, que esté sólo para ordenar, que impulse y le de el poder al ciudadano para forjar su propio destino. Argentina tiene que ser potencia mundial.
Un país que no produce, se vuelve dependiente de otros. HECHOS apuesta por una Argentina que genere empleo, que industrialice sus recursos y que sea protagonista de la economía del conocimiento. Queremos exportar valor agregado, además de nuestras materias primas. Nos cansamos de escucharlo, ya es hora de hacerlo. Queremos un Estado que impulse, que acompañe y que potencie lo que ya sabemos hacer. Vamos a proteger al que trabaja, al que emprende, al profesional y al que genere trabajo en Argentina. Tenemos lo más importante, que es el recurso humano: nuestra gente.
El recurso más importante que tenemos son los argentinos. El nacionalismo del siglo XXI no significa aislarnos del mundo, significa negociar desde la fortaleza de lo que somos capaces de hacer. Significa exportar nuestra creatividad, nuestra ciencia y nuestra labor. Significa educar a nuestros jóvenes en la excelencia y darles las herramientas para que sean los protagonistas del futuro. Abrir Argentina al mundo es llevar nuestro talento a cada rincón, no dejar que nos invadan. Tenemos mucho para dar y eso significa nuevas oportunidades.